¿Es posible promover inversión en paisajes complejos?
Los casos de Nepal, Malaui y Colombia, tan distintos entre sí pero que convergen en su nivel de complejidad, fueron abordados en la sesión "Re-pensando inversiones en paisajes sostenibles y medios de vida" de las charlas técnicas en el Foro Global sobre Paisajes, en el marco de la Conferencia de las Partes (COP19) en Varsovia, Polonia; demostrando que a pesar de un sinnúmero de circunstancias adversas, es necesario re-pensar la inversión en dichos lugares para hallar soluciones creativas y que a la vez sean sostenibles para el medio ambiente.
Manejo de cuencas en Nepal
Luna Bharati, investigadora del International Water Management Institute (IWMI) expuso el caso de Nepal, donde la mayoría de los agricultores dependen de la agricultura de secano; por lo que son muy vulnerables a la variabilidad climática, especialmente durante los meses secos del invierno. Sus sistemas agrícolas además no son muy productivos porque no tienen acceso a las nuevas tecnologías y los incentivos del mercado.
Los programas existentes de manejo de cuencas se centran principalmente en la degradación de la tierra y la gestión forestal. A pesar de tener un éxito considerable, no se ha logrado abordar plenamente los temas de subsistencia y el medio ambiente en esas zonas difíciles. Por otro lado, las intervenciones de gestión del agua, no alcanzan a beneficiar las comunidades de montaña, ya que tienden a centrarse en los habitantes de las zonas de ladera.
Con un enfoque de paisaje, IWMI desarrolla un proyecto en colaboración con las autoridades locales donde se trata de 'cosechar el agua' mejorando la captación de la misma en las partes altas. De esta manera se puede reducir la sedimentación y mejorar la disponibilidad en las partes altas.
Por medio de este enfoque además, se miran otros aspectos relacionados con el paisaje, como la estabilización del suministro de agua en las llanuras, construyendo resiliencia en el sistema agrícola e integrando el manejo de todos los recursos naturales, incluyendo territorio, bosques y agua.
Presentación de Luna Bharati
Sin embargo, las irregulares temporadas de lluvia, sequías y otras condiciones climáticas extremas, han causado inseguridad alimentaria y deterioro de la calidad de vida para los malauíes, y la situación tiende a empeorar.
En los últimos 50 años la población en Malaui se ha triplicado, y la deforestación ha llevado a los agricultores a buscar nuevos territorios para cultivar, aumentando el número de tierras degradadas y deforestadas.
En el caso expuesto por Sosten Chiotha, director regional de Leadership for Environment and Development (LEAD) para el sur de Africa, la agricultura de conservación ha jugado un papel importante como un enfoque para mejorar la calidad de vida. Métodos como la rotación y mezcla de cultivos y la integración de la agricultura con ganadería pueden contribuir a reducir la deforestación y aumentar las áreas de cultivo, restaurando terrenos degradados y contribuyendo a la resiliencia de la comunidad al cambio climático.
En este enfoque de paisajes, el reto es involucrar al gobierno, sector privado y organizaciones bilaterales para promover el desarrollo en la región.
Presentación de Sosten Chiotha
Uniendo el sector público y privado en paisajes complejos
En la región oriental de Colombia, conocida como Los Llanos, existe una enorme frontera agrícola, que comprende múltiples ecosistemas desde sabanas hasta bosques y humedales.
Siendo una región con suelos empobrecidos y tradicionalmente dedicada a la ganadería, están surgiendo grandes cultivos industriales como maíz y soya para la alimentación del ganado, caña de azúcar para producir etanol; caucho y aceite de palma.
En estas circunstancias, el desarrollo sostenible preservando los ecosistemas en un paisaje como este es un gran reto, y a diferencia de los 'Cerrados' en Brasil, cuyo desarrollo ha inspirado a las autoridades colombianas, la idea es evitar los problemas experimentados por su vecino como la degradación masiva de los suelos.
Para lograr esto, el gobierno colombiano trabaja con el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y el sector privado en un esfuerzo por desarrollar opciones eco-eficientes para la intensificación de la agricultura en Los Llanos, buscando que el impacto ambiental sea mínimo (y donde fuera posible, positivo) mientras se maximiza la producción de cultivos.
Las intervenciones realizadas incluyen sistemas de adaptación y mitigación al cambio climático, desarrollo de variedades de arroz, maíz, soya y forrajes tropicales especialmente adaptados para las condiciones de la región; nuevos modelos de negocios para la comercialización de nuez de anacardo; restauración de suelos y el desarrollo de indicadores de eco-eficiencia.
Más información: Llano y Orinoquia colombiana ¿futura despensa de alimentos para el mundo?
Miguel Saravia, Director ejecutivo del Consorcio para el desarrollo sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN), uno de los participantes de la sesión, destacó los casos mostrados en el taller como ejemplos de promoción de inversiones en paisajes complejos:
"El proyecto de Los Llanos me parece innovador, porque se promueve la inversión entre gobierno y sector privado para intensificar la agricultura reduciendo la afectación del paisaje. Este es un ejemplo de cómo la inversión privada no se queda en solo responsabilidad social empresarial (RSE), sino que se sale de este molde tradicional, logrando involucrar el paisaje dentro del modelo de negocio."
Los tres proyectos mostraron casos con circunstancias difíciles, pero que demuestran que aplicando un enfoque de paisajes y orientado hacia el desarrollo sostenible, no es una tarea imposible.
José Luis Urrea es Analista de Comunicaciones para América Latina del Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS).
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