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Una granja es mucho más que la suma de sus partes

An integrated approach matters to mixed crop and livestock farms in Western Kenya. Photo: C. Schubert (CCAFS)

Cómo un enfoque integral de la reducción de emisiones en las fincas puede crear beneficios adicionales para los pequeños agricultores

La más reciente publicación del apartado sobre mitigación del Quinto Informe de Evaluación del IPCC destaca la importancia de un enfoque integrado de la agricultura, silvicultura y otros usos del suelo. Hay muchas interacciones y retroalimentaciones entre casas, campos, bosques, humedales, pastos y ganadería en los paisajes gestionados por el hombre. De esta manera podemos tomar decisiones más sensatas sobre la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) si entendemos el sistema en su conjunto, en lugar de tomar por separado cada componente.

El reciente artículo de Matthias Seebauer titulado Cuantificación total de las emisiones de GEI dentro de las pequeñas fincas en los países en desarrollo, muestra cómo un enfoque integrado es relevante para los cultivos mixtos y la ganadería en el oeste de Kenia. En el marco de un proyecto liderado por Vi Agroforestry, los agricultores han adoptado diversas prácticas de manejo sostenible de terrenos agrícolas (SALM, por sus siglas en inglés) - principalmente para mejorar los medios de vida, pero también para lograr co-beneficios en mitigación. Las prácticas más relevantes incluyen la gestión de los residuos de cultivos y estiércol, compostaje, mantenimiento de cultivos de cobertura, y agroforestería.

Seebauer utiliza dos herramientas consolidadas para estimar las emisiones a nivel de finca: la metodología VCS SALM y la herramienta ‘Cool Farm’. Ambas herramientas calculan las emisiones por hectárea para las actividades agrícolas relacionadas entre sí, pero clasifican las actividades de manera diferente. En efecto, un desafío persistente para herramientas como estas es la inclusión precisa de las muy variadas prácticas de los pequeños agricultores, en particular a través de paisajes complejos que incluyen el pastoreo y las zonas forestales, así como ganado de campo y en corral.

Comparar las emisiones agrícolas en 2009 y 2011, antes y después de la adopción de prácticas de manejo sostenible de la tierra, ayuda a identificar qué opciones funcionan mejor para el sustento de los agricultores y su seguridad alimentaria, así como para la mitigación. En general, la adopción de SALM ha tenido un impacto significativo en los beneficios anuales de mitigación, que oscila entre 4 y 6,5 toneladas de CO2 equivalente por hectárea.

En la implementación de estas prácticas, hay muchos beneficios en ambas vías. Por ejemplo, SALM beneficia el rendimiento de los cultivos y proporciona subproductos como alimentos para animales, y al mismo tiempo elimina el carbono atmosférico de los suelos y la biomasa leñosa. Sin embargo, no todas las nuevas prácticas benefician la mitigación: Los agricultores que participan en el proyecto SALM han descontinuado el uso de fertilizantes artificiales, pero los cálculos de emisiones muestran que aún con el bajo uso de fertilizantes en 2009, se produjeron pequeñas emisiones de todos modos.

Otras dinámicas son más complejas. De lejos, las emisiones más altas (hasta 7 toneladas de CO2 equivalente por hectárea) provienen de la ganadería, a través de la fermentación entérica y el manejo del estiércol. Las disminuciones entre 2009 y 2011 están en gran medida relacionadas con la disminución del número de animales, en particular los bovinos. El análisis muestra que hay maneras de reducir las emisiones que traen beneficios de ingresos para los agricultores, sin reducir el número de animales; tales como la mejora de la calidad del alimento con legumbres, que se plantan en las tierras de pastoreo o como cercas vivas o cultivos intercalados.

El artículo de Seebauer es sólo uno entre un conjunto de valiosos documentos relevantes para la política en un número especial de Environmental Research Letters (Cartas de Investigación Ambiental) sobre la mitigación en los sectores de uso de la tierra y la agricultura en los países en desarrollo. Al mismo tiempo, los científicos del programa SAMPLES están trabajando en tres continentes para desarrollar mediciones de las emisiones y las opciones de mitigación más comparables, precisas y asequibles. La Ciencia colaborativa, como la agricultura, puede ser más que la suma de sus partes.

Enlaces

La presente es la edición de junio de 2014 de AgClim Letters, un análisis periódico sobre ciencia y política escrito por Sonja Vermeulen, Líder de Investigación de CCAFS. Regístrese para recibir los boletines electrónicos y lea las ediciones pasadas. Sus comentarios son bienvenidos.