El reto
Durante los próximos 40 años, los futuros sistemas agrícolas y alimentarios se enfrentarán ambientes modificados sustancialmente a medida que luchan para producir entre 60 y 70% más de alimentos para satisfacer las demandas de una población mundial cada vez mayor. Esto se ve agravado por una serie de estreses abióticos y bióticos adicionales resultantes del cambio climático que cada vez se caracteriza por temperaturas más altas, patrones de precipitación alterados y el aumento del nivel del mar.
- Hasta un 2°C de aumento de la temperatura global en el año 2100 en el escenario de bajas emisiones del IPCC desestabilizaría los sistemas agrícolas actuales.
- El Fortalecimiento de las capacidades de adaptación de los agricultores y otros usuarios de la tierra y de los recursos hídricos requiere una variedad de estrategias que van desde la diversificación de los sistemas de producción hasta la mejora de los entornos institucionales y políticas de apoyo.
- Existen importantes brechas de conocimiento en cuanto a qué opciones de adaptación existen, cuáles son sus posibles beneficios o costos, dónde y cuándo pueden ser implementadas, y que proceso de aprendizaje puede apoyar un cambio generalizado en condiciones de incertidumbre.
- El principal desafío es facilitar la adaptación acelerada sin amenazar los medios de vida más vulnerables. Se necesitan enfoques holísticos que tengan en cuenta las interacciones de los diferentes sectores técnicos y políticos.
Qué es lo que hacemos
El tema Adaptación integra la investigación que incluye el análisis de los sistemas agrícolas actuales y la forma en que es probable que cambien; la identificación de las tecnologías y las prácticas y la comprensión de los procesos de aprendizaje institucional y adaptación. Esto se basa en la visión de que para adaptar los sistemas de cultivo para 2030 tenemos que:
Cerrar la brecha de rendimiento mediante la utilización eficaz de las tecnologías actuales, prácticas y políticas en un contexto de adaptación. Identificamos y evaluamos las opciones de adaptación más prometedoras para cuantificar, a través de enfoques de modelado y la investigación-acción sobre el terreno, su eficacia en relación con las condiciones climáticas futuras previstas.
Desarrollar nuevas formas de aumentar el potencial agrícola, especialmente para hacer frente a los climas futuros. Desarrollamos estrategias de mejoramiento para apoyar el aumento de cultivos ofreciendo a los agricultores variedades que puedan hacer frente a los muchos desafíos abióticos y bióticos de las futuras condiciones climáticas.
Promover políticas e instituciones, desde la finca hasta a nivel nacional, para asegurar que el cambio ocurre. Investigamos los entornos sociales, institucionales y políticos necesarios para descubrir potenciales opciones de adaptación que funcionen de manera que juntas pueden ser utilizadas para establecer planes de adaptación agrícolas eficaces y estrategias, a nivel nacional, regional y global.