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Escalando experiencias en adaptación en el Corredor Seco de Guatemala

© C. Lopez (ASORECH)
En el TeSAC Olopa en Guatemala agricultores implementan la práctica de huerta con techo para construir resiliencia climática.
Un nuevo curso para profesionales que trabajan en el desarrollo agrícola del Corredor Seco de Guatemala pretende ampliar los enfoques y prácticas de adaptación al cambio climático.

Guatemala es uno de los países más vulnerables al cambio y la variabilidad climática en América Latina. En la región conocida como “Corredor Seco”, la canícula (reducción de la precipitación durante el verano) coincide con una fase crítica en la producción agrícola; y en los últimos años esta reducción de la precipitación ha comenzado antes, ha tenido una mayor duración y/o ha sido más intensa.

Durante el 2020, además de la crisis sanitaria y socioeconómica ocasionada por la pandemia de la COVID-19, la región ha enfrentado lluvias extremas que, con impactos significativos en la producción de alimentos y las fuentes de trabajo, han afectado particularmente de las familias agricultoras de pequeña escala.

Con el propósito de apoyar una recuperación sostenible de los impactos de la COVID-19, en un contexto de variabilidad climática, se realizó la segunda versión del seminario “Enfoque Territorios Sostenibles Adaptados al Clima (TeSAC)”, que busca fortalecer la capacidad técnica del recurso humano dedicado al desarrollo rural en el Corredor Seco de Guatemala para el desarrollo de TeSAC en esta región. Este diplomado es el fruto de la alianza entre el Centro Universitario de Oriente (CUNORI, de la Universidad de San Carlos de Guatemala) y el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS).

Ambas instituciones tienen como objetivo escalar enfoques y prácticas para la adaptación al cambio climático en la agricultura y el manejo del agua en el Corredor Seco de Guatemala, una de las zonas más vulnerables al aumento de la variabilidad climática en América Central.

Exitosa primera edición del diplomado

De la primera edición del diplomado realizada en 2019, se graduaron 30 profesionales de 14 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de la región, la mayoría con grado de licenciatura o ingeniería en diferentes carreras. Esa edición combinó actividades didácticas en sesiones presenciales intensivas, con presentaciones de instructores de más de 15 organizaciones locales. En esta edición participan 36 profesionales de 14 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de la región.

Desafíos de la segunda edición del diplomado

La segunda edición mantiene los cuatro módulos planteados en la primera edición, centrados en: prácticas y tecnologías de adaptación al cambio climático; gestión de información climática; oportunidades de colaboración y financiamiento para iniciativas de adaptación; ydiseño y planificación de iniciativas de adaptación.

El diseño de la segunda edición, que inició en noviembre de 2020 y finalizará en marzo de 2021, se actualizó respondiendo a dos desafíos: la crisis del COVID-19 y una mayor inserción del enfoque TeSAC en el quehacer de las instituciones locales.

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Figura 1. Preferencias de prácticas y tecnologías de gestión de agua, suelos y cultivos entre los estudiantes, módulo 1 (SAN – seguridad alimentaria y nutricional, PICSA – Servicios Integrados Participativos de Clima para la Agricultura, MTA – Mesas Técnicas Agroclimáticas)

Para responder al desafío de la crisis sanitaria, todo el diplomado se dicta ahora virtualmente, combinando actividades sincrónicas y asincrónicas, y las presentaciones didácticas de organizaciones locales, nacionales e internacionales que ayudan a aterrizar los conceptos con ejemplos prácticos y lecciones de su experiencia. Eso ha requerido una revisión del programa, de la metodología didáctica y del uso de la plataforma virtual de aprendizaje.

Para responder al segundo desafío, la selección de participantes favoreció la participación de extensionistas y técnicos de campo, que esperan implementar lo aprendido en el diplomado con las familias productoras de diferentes comunidades de la región.

Además, se tomaron varias acciones en función a las lecciones aprendidas de la primera versión, como el establecimiento de compromisos institucionales previos y la selección de prácticas y tecnologías TeSAC de acuerdo con la realidad de cada organización, para luego facilitar su inserción en proyectos en ejecución o en el quehacer institucional.

Los resultados preliminares de las encuestas de preferencias de los estudiantes de las prácticas y metodologías TeSAC (Ver figuras 1 y 2 respectivamente) señalan un fuerte énfasis en prácticas y tecnologías de manejo de agua y suelos, y en prácticas de gestión de información basadas en recursos locales que apoyen la preparación y toma de decisiones de las organizaciones y comunidades.

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Figura 2. Preferencias de prácticas de gestión de información entre los estudiantes, módulo 2 (SAN – seguridad alimentaria y nutricional, PICSA – Servicios Integrados Participativos de Clima para la Agricultura, MTA – Mesas Técnicas Agroclimáticas)

Otros enfoques implementados en el Corredor Seco

Algunos ejemplos de otros enfoques que se han escalado en el país centroamericano se encuentran las Mesas Técnicas Agroclimáticas existes en los departamentos de El Progreso, Zacapa y Chiquimula (en colaboración con el CUNORI, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala - MAGA, el Programa Mundial de Alimentos – PMA, entre otros) y el TeSAC Olopa (en colaboración con la Asociación Regional Campesina Ch'orti'-ASORECH).

Retos futuros

La participación en el primer y segundo módulos de la segunda edición del diplomado, realizados en noviembre y diciembre de 2020, nos lleva a pensar que la virtualización de los espacios de capacitación es una buena decisión no solo para la coyuntura de este año, sino para escenarios futuros con recursos cada vez más escasos.

Sin embargo, también nos presenta nuevos desafíos para captar y mantener la atención de los participantes, ya que se ha hecho uso de plataformas formales y no formales, así como de otras herramientas interactivas, para mantener el interés de los participantes.

Estos temas se integrarán en el seguimiento posterior de los resultados del diplomado, para comprobar si el escalamiento a nivel organizaciones se da, y qué factores lo restringen o apoyan este escalamiento.

Claudia Bouroncle es consultora independiente para la Alianza Bioversity Internacional y el CIAT.. José R. García es profesor de CUNORI-USAC. Jesús David Martínez es Coordinador de los TeSAC para CCAFS América Latina. Anna Muller es Líder de Investigación en la Alianza Bioversity Internacional y el CIAT. Carlos Eduardo Navarro es Coordinador del proyecto Agroclimas II. Víctor Sandoval es colaborador en CUNORI-USAC. Ronnie Vernooy es investigador en la Alianza Bioversity Internacional y el CIAT.