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Cada 22 de marzo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Mundial del Agua. Este año, el tema de la celebración es "valorar el agua", destacando cinco perspectivas diferentes. Una de estas perspectivas es la valoración del agua como insumo para la producción de alimentos y la agricultura.

El sector agrícola sigue siendo el mayor consumidor de recursos de agua dulce del mundo. El Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo en 2020 afirmaba que las tierras de cultivo son responsables del 69% de las extracciones mundiales de agua. Además, el proceso de extracción, desviación, aplicación y drenaje del agua tiene efectos medioambientales a largo plazo, como el agotamiento de los acuíferos, la salinización del suelo y la contaminación por escorrentía y drenaje. Además, se espera que los cambios en los patrones de precipitación inducidos por el cambio climático intensifiquen las inundaciones y las sequías en muchas regiones.

Siendo la gestión del agua uno de sus puntos de entrada, se ha promovido la Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (ASAC) para abordar los retos relacionados con los recursos hídricos en la agricultura. La agricultura "inteligente en cuanto al agua" abarca un ámbito amplio y complejo, centrándose en la mejora de la gestión del agua en los sistemas agrícolas de secano y de riego a diferentes escalas. El Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), como una de las principales instituciones que promueven la CSA, ha implementado varias tecnologías y prácticas inteligentes en materia de agua en todo el mundo. Estas innovaciones de CCAFS no sólo han beneficiado a numerosos pequeños agricultores, sino también a los responsables de la toma de decisiones para desarrollar programas de mejora del suministro de agua en la agricultura.

SUMINISTRando AGUA PARA LA PRODUCCIÓN

A través del enfoque de los Territorios Sostenibles Adaptados al Clima (TeSAC), CCAFS pudo poner a prueba varias tecnologías y prácticas ASAC, incluyendo innovaciones inteligentes en materia de agua. Por ejemplo, en el TeSAC de Cinzana, en Malí, se implementó un sistema integrado de suelo-agua-energía. El sistema agro-silvopastoril (cultivo-árbol-ganado) ofreció a los agricultores la oportunidad de integrar varias prácticas de conservación del suelo y el agua, como la recogida de agua de lluvia mediante rejillas. Esta práctica mejoró la cosecha de los agricultores, proporcionando ingresos y beneficios nutricionales a la comunidad.

En la India, el CCAFS amplió las prácticas agrícolas inteligentes en materia de agua implementadas y evaluadas con éxito en los TeSAC. Para ayudar a los agricultores a hacer frente a la sequía y a la irregularidad de las lluvias, CCAFS facilitó la construcción de estructuras de almacenamiento de agua como parte de la ampliación de las intervenciones inteligentes en materia de agua en el distrito de Betul, en Madhya Pradesh. A través de una plataforma de convergencia, se consolidaron los fondos y los esfuerzos de los actores clave, lo que condujo a la construcción de pozos abiertos y estanques agrícolas, proporcionando un acceso asequible al agua a los agricultores.

La tecnología de humidificación y secado alternativo aborda el doble problema de la adaptación y la mitigación mediante la gestión eficiente del agua. Foto: IRRI

MÁS ALLÁ DE LA CONSERVACIÓN DEL AGUA

La ASAC pretende alcanzar los objetivos de producción y, al mismo tiempo, de adaptación y mitigación del cambio climático. Así, las innovaciones inteligentes en materia de agua promovidas por el CCAFS garantizan no solo la conservación del agua, sino también otros beneficios.

En Asia, especialmente en Vietnam y Bangladesh, el CCAFS ha promovido la aplicación de la técnica de secado y humidificación alterna (AWD) en la producción de arroz. Desarrollada por el Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz (IRRI), la AWD es una tecnología de ahorro de agua que los agricultores pueden aplicar para reducir el consumo de agua de riego en los campos de arroz en un 15-30%. La AWD también disminuye las emisiones de metano por kilogramo de arroz en un 30-50% al reducir el periodo en que el suelo está en condiciones anaeróbicas. Con este potencial de mitigación, el Gobierno de Vietnam está incluyendo la AWD en la implementación de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional en el sector agrícola.

Para promover la adaptación al clima en los sistemas de riego de las fincas, CCAFS puso a prueba el modelo de la Cooperativa de Riego con Bombas Solares (SPICE) en la India. Utilizando un modelo empresarial innovador, las bombas de riego solar de los agricultores miembros están conectadas entre sí en una microrred. Una vez que los agricultores terminan de regar, reúnen su excedente de energía solar y lo venden a una empresa local de distribución de energía. Esta innovación ayuda a controlar la sobreexplotación de las aguas subterráneas, a reducir la huella de carbono de la agricultura y a aumentar los ingresos de los agricultores. De hecho, el gobierno indio invirtió 21.800 millones de dólares para implementar el mismo modelo de solarización del riego agrícola a escala nacional.

APOYO A LA ELABORACIÓN DE POLÍTICAS PARA UNA GESTIÓN EFICAZ DEL AGUA

CCAFS también proporcionó herramientas para apoyar a los responsables de la toma de decisiones en el desarrollo de políticas y programas hacia una agricultura inteligente con respecto al agua. En Vietnam, CCAFS, junto con el Departamento de Producción de Cultivos, desarrolló Mapas y Planes de Adaptación Climáticamente Inteligentes (CS-MAP) para ayudar a los agricultores a hacer frente a los problemas de sequía e intrusión de salinidad. Tras el éxito de su aplicación en el delta del río Mekong, la metodología CS-MAP se utiliza para abordar la crisis de la gestión del agua en el delta del río Rojo y la región central del norte (RRD). Para aplicar los planes de adaptación basados en el CS-MAP, el gobierno emitió un memorando oficial para instruir a las 12 provincias de RRD en la aplicación del calendario de descarga de agua y el calendario de cultivos para la temporada de invierno-primavera 2020-2021.

En Etiopía, los sistemas de riego a pequeña escala son vitales para la resiliencia de los pequeños agricultores. Por ello, CCAFS está desarrollando una plataforma interactiva para la cartografía espacial del riego a pequeña escala con el fin de apoyar a los responsables de la toma de decisiones, en particular al Ministerio de Agricultura. Este sistema web tiene como objetivo proporcionar una base de datos oportuna, precisa y de fácil acceso sobre los sistemas de riego a pequeña escala en el país. Con el tiempo, permitirá obtener múltiples beneficios, como una mayor productividad agrícola, la adopción de tecnologías de la revolución verde, nuevas oportunidades de empleo, el crecimiento económico y la mitigación de la pobreza, y la resiliencia a los impactos del cambio climático.

HACIA UN FUTURO CON SEGURIDAD HÍDRICA

Las diferentes innovaciones inteligentes en materia de agua mencionadas son sólo una parte del trabajo más amplio de CCAFS para promover la ASAC. CCAFS impulsa un enfoque más holístico e integrador para abordar la seguridad alimentaria y el desarrollo de la agricultura, que incluye el suelo, los cultivos, el ganado, la silvicultura, la pesca y la acuicultura, la energía y la gestión del agua.

Aunque el programa CCAFS finaliza este año, el CGIAR seguirá promoviendo y ampliando la ASAC en las diferentes comunidades vulnerables al cambio climático en el mundo. Nuevos programas como la Iniciativa de los Dos Grados (2DI) continuarán la labor de transformar el sistema alimentario mundial para un futuro inteligente desde el punto de vista climático. Dando prioridad a las cuestiones relacionadas con los recursos hídricos, la 2DI ha diseñado programas específicos como Medios de vida seguros para el agua en el sur de África y asegurar los megadeltas asiáticos.