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El diseño de tecnologías de agricultura sostenible adaptada al clima (ASAC) con sensibilidad de género: una necesidad para el futuro de la agricultura en Guatemala

Asistentes al taller para fortalecer las capacidades de los actores nacionales para la formulación e implementación de programas de tecnologías ASAC con sensibilidad de género. Foto: Osana Bonilla-Findji (CIAT-CCAFS).

Las intervenciones agropecuarias que tengan como objetivo el desarrollo económico en las zonas rurales de Guatemala deberán diseñar acciones que aborden simultáneamente los aspectos de género y cambio climático en todas las fases de los proyectos. 

Un artículo reciente de National Geographic abrió con el impactante titular: "El cambio climático obliga a los guatemaltecos a emigrar". Desafortunadamente, titulares como este son cada vez más comunes en uno de los países más poblados de Centro América. Los cambios en el clima, junto con otros factores de estrés preexistentes, como la pobreza extrema, están alterando los medios de vida agrícolas en muchas áreas rurales de Guatemala. Los hombres, que generalmente son considerados cabezas de hogar, se ven obligados a emigrar en busca de mejores oportunidades, dejando atrás a sus esposas e hijos. Estas tendencias emergentes inducidas por el clima a su vez también afectan las relaciones de género dentro del hogar. Las mujeres ahora deben ocuparse del trabajo que antes realizaban sus esposos en la finca, lo que aumenta su carga laboral. Esto solo se suma a las ya notables brechas de género que presenta el sector agropecuario guatemalteco. Por ejemplo, la Encuesta Nacional Agropecuaria de 2005-2008 reveló que las mujeres tenían acceso a solo el 16% de la tierra y presentaron también un acceso desigual a insumos agrícolas y a servicios financieros formales (MAGA, 2015).

En medio de estos desafíos, está claro que las intervenciones agropecuarias públicas y privadas que tengan como objetivo apoyar el desarrollo económico en las zonas rurales de Guatemala deberán adoptar un enfoque holístico, diseñando acciones que aborden simultáneamente los aspectos de género y cambio climático en todas las fases de los proyectos. Entre ellos, el diseño y la investigación sobre tecnologías de agricultura sostenible adaptada al clima (ASAC) con sensibilidad de género  podrían ayudar a adaptarse a las nuevas condiciones climáticas al tiempo que aumentan la productividad y la seguridad alimentaria de manera equitativa. En este contexto, y como parte de un proyecto de colaboración liderado por el Programa de Investigación de CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) y apoyado por el IDRC, el 11 de Octubre investigadoras del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), junto con las unidades de Cambio Climático y Género del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala (MAGA), organizaron un taller para fortalecer las capacidades de los actores nacionales para la formulación e implementación de programas de tecnologías ASAC con sensibilidad de género. Al taller asistieron 33 participantes de 15 instituciones, incluidos institutos y organismos nacionales, organizaciones internacionales y sociedad civil.

Participantes del taller recibieron consejos claves para diseñar acciones de desarrollo agrícola, sistemas de monitoreo y evaluación, con una perspectiva más sólida de clima y género. Foto: Osana Bonilla-Findji (CIAT-CCAFS).

Con el fin de establecer un marco contextual común, las presentaciones introductorias proporcionaron una visión general del trabajo de CCAFS en América Latina; los vínculos entre el cambio climático y el género, y cómo integrar las cuestiones de género en la planificación, diseño, monitoreo y evaluación de las intervenciones ASAC.

El sólido enfoque en actividades participativas facilitó un proceso de aprendizaje en común y brindó consejos clave para diseñar acciones de desarrollo agrícola, sistemas de monitoreo y evaluación, con una perspectiva más sólida de clima y género. Durante el taller, Martin Leal, jefe de la unidad de cambio climático de MAGA, compartió la necesidad de desarrollar sólidos mecanismos y herramientas que permitan a la institución introducir de manera integral el cambio climático y las cuestiones de género en sus programas. "Hemos visto que el sistema de monitoreo de nuestro ministerio no está lo suficientemente fortalecido para que permita una evaluación sobre cómo los temas de género y cambio climático están afectando a nuestras comunidades". De hecho, la incorporación de mecanismos que permitan la recolección de datos desagregados por género en los servicios nacionales de extensión es fundamental para documentar, para cada territorio particular, cuáles son las brechas de género más apremiantes en la agricultura y cómo el cambio climático está afectando a los diferentes sectores sociales de las comunidades. 

Para fortalecer la capacidad de los actores locales y las instituciones a nivel nacional para integrar el cambio climático y las cuestiones de género en sus propias intervenciones, el taller utilizó el “Plan de Desarrollo Integral Comunitario de la Finca Río Polochic”, como un proyecto ilustrativo. Usando una herramienta participativa, los participantes del taller tuvieron la oportunidad de desarrollar senderos de impacto específicos para varios sistemas productivos de Polochic, que culminaron con el diseño de indicadores de género y de cambio climático viables para cada uno de los sistemas productivos.

En general, el taller proporcionó muchos espacios donde los puntos focales de cambio climático y género de diferentes instituciones pudieron compartir sus desafíos comunes al diseñar y monitorear cuestiones de cambio climático y género. Durante las discusiones, uno de los desafíos frecuentemente citado fue la falta de recursos económicos suficientes para incorporar consideraciones de género en los proyectos actuales, lo que dio pie a un interesante debate entre los participantes. Los participantes discutieron si considerar los temas de género implicaba siempre necesariamente un coste adicional o si algunos cambios menores en el diseño y las estrategias de monitoreo existentes podrían ya resultar beneficiosos, sin necesidad de incurrir en costes adicionales. Otros de los desafíos mencionados tuvieron un carácter más estructural, como la falta de interés de algunos dirigentes para comprometerse con las cuestiones de género. Abordar este tipo de desafíos requerirá, a largo plazo, un cambio normativo y un constante fomento de los beneficios de introducir un enfoque de género en las instituciones e intervenciones. En general, los debates creados durante las presentaciones y las actividades participativas en el taller proporcionaron un espacio para intercambiar ideas y enfatizaron la necesidad de unir esfuerzos institucionales hacia proyectos que estén mejor diseñados y con un sistema de monitoreo más sólido para que finalmente se logre poder seguir de cerca y medir el progreso hacia la disminución de las brechas de género en el sector agropecuario.

Los próximos pasos incluirán interacciones cercanas entre los investigadores de CCAFS y CIAT y las unidades de Cambio Climático y Género en MAGA, para apoyar sus esfuerzos en el fortalecimiento e integración de los indicadores de género y cambio climático del Sistema de Información, Planificación, Seguimiento y Evaluación (SIPSE) del MAGA. Además, como seguimiento del interés expresado por otras instituciones, como la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM), el CCAFS continuará involucrándose en el diálogo para identificar las necesidades de investigación para próximas colaboraciones.

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Mariola Acosta es Investigadora CIAT

Osana Bonilla-Findji es la Science Officer del Flagship 2: Tecnologías y prácticas ASAC