Decisiones más seguras para enfrentar la sequía
Productores de Honduras participan de un proyecto que busca reducir los riesgos que afrontan al planear sus cosechas, mediante seguros basados en índices climáticos.
“Cuando el clima es bueno, se puede cosechar hasta treinta quintales de frijol por manzana, pero en la última cosecha no pude sacar más de veinte” dice don Toribio Montoya. Sus vecinos también tienen problemas similares: “Dicen que este año no va a llover; si es así, va a ser más difícil que el año pasado” dice don Sebastián Trujillo, mientras que don Jorge Guzmán agrega: “Tuve una racha de varias cosechas malas, y eso me ha llevado a tomar menos riesgos”.
Estos tres testimonios provienen de agricultores de la vereda El Suyate, ubicada en el departamento de El Paraíso (Honduras), quienes participaron de unos talleres llevados a cabo en el mes de marzo por el Instituto para Clima y Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Estos talleres hacen parte de un proyecto de seguros basados en índices climáticos apoyados por el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) que ha tenido mucho éxito en países como la India, Kenia y Etiopía entre otros, y que ahora se busca replicar en el país con el apoyo de socios clave como la Universidad Zamorano y la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) de Honduras.
Los talleres hacen parte de una serie de actividades empezadas desde el año, cuando se realizó un primer taller con actores del sector privado: bancos, compañías aseguradoras, reaseguradoras entre otros, y que se ha venido desarrollando también con la participación de pequeños productores de zona rural del departamento de El Paraíso, gracias al apoyo de los Comités de Investigación Agrícola Local (conocidos como CIALes) que organizan las comunidades productoras de Honduras. Gracias a eso, entre el 10 y el 12 de marzo se visitaron seis comunidades productoras: El Plan, El Barro, El Llano, El Suyate, Nueva Jerusalén y Hoya Grande.
Algunas de estas comunidades ya habían asistido a unos talleres participativos del proyecto. En estos talleres se realizó un ejercicio hipotético para mostrarles que ante un escenario de incertidumbre climática, en caso de sequía iban a quedar con una deuda muy grande y casi imposible de pagar, lo que los hace tomar menos riesgos y reducir sus ingresos; pero si contaran con un seguro de índice contra sequía y este fenómeno se presentaba en la cosecha, el seguro se activaría automáticamente, sus pérdidas serían mucho menores, e incluso les permitiría hacer mayores inversiones, y con mayor probabilidad de tener ganancias. Conozca más sobre cómo funcionan los seguros de índice.
Tras esto, el taller se centró en otra actividad que consistía en que los productores recodaran de las cosechas de los últimos treinta años, cuales habían sido las más críticas en producción debido a fuertes sequías, para posteriormente compararlas con los datos de satélite que previamente se habían recolectado. El propósito de este ejercicio es involucrar directamente a los productores en el diseño del seguro, ya que lo ideal era que los años que ellos habían percibido pérdidas coincidieran con los datos de satélite y que de contar con un seguro, hubieran recibido indemnización.
Recordar las sequías de los últimos treinta años es todo un reto para la memoria; y eso se vio evidenciado en algunas respuestas de los productores, que con frecuencia asociaron un mal año con una producción mala o con una tragedia como el Huracán Mitch, que directamente con un evento de sequía. Sin embargo, resultó satisfactorio que varios productores señalaron las fechas casi exactas de sequías con los datos del satélite.
La información recolectada gracias a la participación de más de cuarenta productores en dos días de trabajo es un insumo valioso para perfeccionar un producto prototipo, el cual toma información de CHIRPS, un satélite de medidas de precipitación el cual usa las estaciones meteorológicas disponibles en el país. Gracias a estos talleres, se pudo identificar que el diseño del producto cumpliría con las necesidades de los productores de maíz y frijol en El Paraíso con respecto a los riesgos de sequías extremas.
Involucrando a todos los actores
En una reunión realizada el 13 de marzo en la sede de la SAG en Tegucigalpa, se discutió con actores del sector privado, entidades multilaterales y organismos de cooperación, los avances a la fecha del proyecto, y los planes próximos de desarrollar un simulacro con los productores de la región para identificar su interés y demanda en cuanto a este tipo de producto en comparación con otras herramientas disponibles. El resultado final será un producto comercial que las aseguradoras ofrezcan a los pequeños agricultores y que sea atractivo para ambas partes, a fin de incrementar la productividad del agro hondureño, como explica Arie Sanders, Profesor Asociado del Departamento de Agronegocio de la Universidad Zamorano y participante del proyecto:
“El seguro de índice permite al productor hacer más inversión, porque le quita el miedo a endeudarse con semillas o tecnologías mejoradas que le pueden dar mejores resultados en su cosecha”.
Por su parte Sofía Martínez, Asistente Senior de Investigación del IRI, concluye:
“Los productores mostraron su interés en participar del proyecto, especialmente porque en todos los talleres siempre se busca ser claros y honestos en cuanto a que cubre el seguro y que no; además se les aclara que nosotros somos un equipo de investigación y que no estamos convenciéndolos que nos compren un seguro; nos esforzamos en que ellos determinen si les conviene o no, de acuerdo a cada caso particular”.
El proyecto continuará durante todo el año 2015 trabajando de cerca con los diferentes actores para perfeccionar el producto y beneficiar a futuro a miles de pequeños productores hondureños, permitiéndoles tomar decisiones más seguras y volver las preocupaciones por la sequía, cosa del pasado.
Vea la galería de fotos de los talleres:
José Luis Urrea es Oficial de Comunicaciones de CCAFS América Latina. Síganos en Twitter: @CGIARClimate_LA para actualizaciones sobre el programa.