Para comerte un arco iris, primero tienes que sembrarlo
La diversidad alimentaria está correlacionada con la diversidad agropecuaria, y un nuevo estudio destaca la importancia de las fincas pequeñas en la producción de una amplia gama de nutrientes.
Una manera común que los padres de los niños pequeños pueden animar a sus comedores quisquillosos a probar cosas nuevas es diciéndoles que "coman un arco iris", para probar los alimentos de todos los colores diferentes, no sólo arroz o pan blanco. También es el consejo utilizado por los nutricionistas para motivar a través de un mensaje simplificado que promueve la diversidad dietética. Y hay razonamiento científico detrás de eso: los alimentos de diferentes colores contienen diferentes vitaminas y minerales esenciales para una buena nutrición y salud.
Pero para poder 'comer' ese arco iris, depende de que los agricultores puedan 'cultivarlo' y un nuevo estudio publicado en el número inaugural de la revista Lancet Planetary Health muestra que las fincas medianas y pequeñas son cruciales para mantener esta diversidad de producción.
Respondiendo preguntas con inteligencia de datos
Los científicos, dirigidos por el Dr. Mario Herrero de CSIRO (la agencia nacional australiana para la Ciencia) y entre ellos el investigador de CCAFS Philip Thornton, utilizaron información específica por sitio sobre la producción de una amplia variedad de cultivos, ganado y productos de acuicultura para estimar la producción de vitamina A, Vitamina B12, ácido fólico, hierro, zinc, calcio, calorías y proteínas. También utilizaron información sobre el tamaño de las fincas para ver cómo las fincas de diferentes tamaños contribuyen a la producción de los diversos nutrientes.
A nivel mundial, se estima que entre el 51 y el 77% de la mayor producción de grupos de alimentos proviene de fincas de menos de 50 hectáreas. Sin embargo, los hallazgos muestran grandes diferencias regionales en la producción de alimentos y nutrientes según el tamaño de la finca. En América del Norte, América del Sur, Australia y Nueva Zelanda, las fincas grandes (más de 50 hectáreas) representan el 75-100% de la producción de cereales, ganado y frutas. Por otro lado, las pequeñas fincas (menos de 20 hectáreas) producen más del 75% de los productos alimenticios en el África subsahariana, el sudeste asiático, el sur de Asia y China.
Los números de producción de nutrientes son similares a los de la producción de productos básicos en términos de cantidades producidas por diferentes tamaños de fincas en las diversas regiones (ver figura a continuación). Una información notable es que el 71% de la producción mundial de vitamina A proviene de fincas de menos de 20 hectáreas. Como muchos conocen, la vitamina A es esencial para la vista y el sistema inmune.
La figura 3 del artículo muestra el porcentaje de producción de diversos nutrientes por tamaño y región de la finca. Fuente: Herrero et al., 2017
Los investigadores también procesaron los datos analizando el tamaño del predio (que se correlaciona razonablemente con el tamaño de la finca) y la diversidad de la producción, y encontraron que a medida que aumenta el tamaño del predio, la diversidad agrícola disminuye; y es algo totalmente lógico: piense en una plantación de 1000 hectáreas en América del Norte cultivando solo trigo en comparación con una granja familiar de 2 hectáreas en el Este de África que produce varios árboles frutales, un cultivo de tubérculos, uno o dos granos básicos y algunas hortalizas de hoja.
Implicaciones para la política y la práctica
¿Qué pueden significar estas nuevas conclusiones para los investigadores y encargados de formular políticas interesados en definir la dirección de los sistemas alimentarios para satisfacer tanto las necesidades de salud humana como las preocupaciones medioambientales?
Una de las cosas más importantes que podemos aprender de estos hallazgos es que la agricultura a gran escala que se practica actualmente en América del Norte, América del Sur, Australia y Nueva Zelanda reduciría en gran medida la diversidad de la producción de nutrientes si se expandiera a otras regiones. Tanto las fincas de gran tamaño como las de pequeña escala tienen un papel importante que desempeñar en el sistema alimentario en general y las pequeñas explotaciones agrícolas de las regiones en desarrollo serán cruciales para mantener una oferta de diversos cultivos que satisfagan las necesidades nutricionales de las personas.
Para comer un arco iris, debemos primero sembrarlo, y las pequeñas granjas son la piedra angular en ese proceso.
Conozca más
Lea el artículo completo (en inglés): Farming and the geography of nutrient production for human use: a transdisciplinary analysis
Laura Cramer es oficial científica para el eje temático Prioridades y Políticas para ASAC. ¿Interesado en este eje temático? Inscríbase en la lista de correo (en inglés).
Traducido por José Luis Urrea, oficial de comunicaciones de CCAFS América Latina.