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Escalando los servicios climáticos participativos en América Latina

© A. Valdivia (Alianza Bioversity y CIAT)
Intercambiando experiencias con productores en campo sobre la implementación de prácticas ASAC
Implementación del enfoque PICSA en 3 países de América Latina 

El impacto del cambio y la variabilidad climática sobre la producción agropecuaria de Latinoamérica (LAM)- una región que aporta cerca del 14% de la producción mundial de alimentos- es innegable.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), Centroamérica enfrentó severos períodos de sequía en seis de los últimos diez años (2014-2019), que afectaron a más de la mitad de los servicios básicos de pequeña escala de América Latina. productores de granos. Como resultado, una transición hacia prácticas agrícolas más climáticamente inteligentes se ha vuelto cada vez más urgente.

Promover el desarrollo de tales prácticas en áreas vulnerables debe involucrar, entre otras cosas, ayudar a los agricultores a manejar los riesgos asociados con las amenazas climáticas al brindar acceso a información oportuna y comprensible que respalde la toma de decisiones en el campo. Esto ayudará a los agricultores a salvaguardar sus medios de vida y seguridad alimentaria, aumentar la productividad y adaptarse a un clima cambiante. A pesar de los importantes avances en la coproducción de información agroclimática en la región, la transferencia de información climática accesible a los agricultores de manera rápida y eficiente sigue siendo un desafío.

En el Programa de Investigación de CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), hemos estado implementando el enfoque de Servicios Climáticos Integrados Participativos para la Agricultura (PICSA). Esto tiene como objetivo capacitar a los profesionales de campo, técnicos y agricultores con herramientas útiles que los empodere para tomar decisiones basadas en información climática específica del sitio. PICSA ha demostrado ser un mecanismo muy exitoso para recorrer “la última milla hasta el productor” y varios países han comenzado a adoptar esta metodología.

PICSA para la acción climática en Colombia, Ecuador y Perú

Un proyecto que ha hecho un uso exitoso del enfoque PICSA se llama: "Agroecología para la acción climática en América Latina: Fortalecimiento de la evidencia para una agricultura a pequeña escala resistente al clima y baja en carbono: Proyecto piloto en Colombia, Ecuador y Perú" , y fue desarrollado por CCAFS en asociación con la Alianza de Bioversity International y el CIAT, la Iniciativa Andina del Centro Internacional de la Papa (CIP), el Instituto Nacional de Francia de Investigaciones para el Desarrollo Sostenible (IRD) y la Organización Francesa de Investigación Agrícola y Cooperación Internacional (CIRAD). Su objetivo es generar evidencia sobre las contribuciones de la agroecología a la resiliencia climática y bajas emisiones de carbono. (La agroecología es un enfoque holístico para el diseño y la gestión de sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles).

Una de las actividades de este proyecto es un paquete de trabajo enfocado en PICSA, para apoyar la toma de decisiones de los pequeños agricultores antes y durante la temporada agrícola. Como parte de este paquete de trabajo, CCAFS desarrolló talleres de capacitación sobre métodos agroecológicos, en colaboración con tres socios locales: EkoRural, Centro de Apoyo Rural - Perú (CEAR), Red de Mercados Agroecológicos Campesinos (REDMAC) in Ecuador, Peru, and Colombia respectively.

Estos talleres siguen un proceso de “capacitación de capacitadores”, para que un grupo de técnicos capacitados pueda implementar la metodología en el campo con los agricultores. Posteriormente, identificamos hasta qué punto los agricultores utilizan la información agroclimática en sus procesos de toma de decisiones.

Un primer hallazgo de las capacitaciones es que existe un conjunto de prácticas agroecológicas básicas y compartidas entre los pequeños agricultores de Ecuador, Perú y Colombia. Estos incluyeron: rotación de cultivos (temporal), asociación de cultivos (espacial), compostaje de materia orgánica, mantillo e integración del ganado con la producción de cultivos. Estas prácticas contribuyen a la mitigación de los efectos adversos del clima desde la parcela hasta la escala de paisaje, además de cumplir múltiples funciones que contribuyen a la salud y resiliencia de suelos y cultivos, fortaleciendo la producción familiar para el autoconsumo y el comercio de excedentes.

Productora peruana analizando el mapa de asignación de recursos de su “chacra” (finca)	
Productora peruana analizando el mapa de asignación de recursos de su “chacra” (finca)             

Una comprensión más precisa de las necesidades de agua de los cultivos

En la Sierra Central de Ecuador, EkoRural implementó la metodología PICSA en las comunidades de Basquitay y Tzimbuto (provincias de Chimborazo), así como Compañía Baja e Isinche de Infantes (Cotopaxi). Se trata de comunidades indígenas rurales de habla kichwa que viven a altitudes de entre 2800 y 3500 metros sobre el nivel del mar. Esto significa que están sujetos a fenómenos climáticos como heladas, granizadas y precipitaciones fluctuantes.

En Basquitay, los agricultores no tienen agua de riego y dependen totalmente de las lluvias. Durante el período de implementación, una idea clave que surgió fue que plantar cultivos basados en una comprensión más precisa de sus necesidades de agua, clave para apoyar la resiliencia futura.

 En Tzimbuto, por otro lado, los agricultores tienen acceso a un canal de riego, pero las discusiones sobre las necesidades de agua de los diferentes cultivos siguen siendo vitales para optimizar su margen de trabajo. 

Productor de Basquitay, interpretando información climática.
Productor de Basquitay, interpretando información climática.

El ejercicio de “opciones por contexto” provocó una reveladora reflexión sobre las diferencias entre los requerimientos de agua, insumos y mano de obra de cultivos típicos de la zona del Chimborazo, como la quinua y los tubérculos andinos (p. Ej., Papa).

Debido a su requerimiento de agua mucho más bajo, la quinua se puede sembrar en los meses con menos lluvia. En Isinche se confirmó que el ''chocho'' o ''lupino'' es muy adecuado según las condiciones climáticas de la zona. En Compañía Baja productores de la Asociación Semilla y Vida (socios de EkoRural) llegaron a la conclusión de que diversificar su producción de hortalizas es un sueño alcanzable dados sus recursos locales, a partir de estos talleres.

Definiendo opciones por contexto en plenaria con productores de Basquitay
Definiendo opciones por contexto en plenaria con productores de Basquitay

Mujeres en el centro del escenario

De los talleres realizados en Ecuador y Perú, destaca la amplia participación de mujeres. Una priorización de las actividades económicas fuera de la agricultura ha llevado a la migración de los hombres lejos de las comunidades agrícolas, enfatizando el papel de las mujeres en el campo.

En la comunidad de Pucara (en la región Junín-Perú), a más de 3.300 metros sobre el nivel del mar, los productores de hortalizas del Huerto Ecológico Goyito y las Maravillosas de Asca lideran la implementación de la metodología PICSA. La producción de hortalizas en estos contextos de pequeños agricultores genera ingresos modestos. Sin embargo, el aprendizaje aplicado que aporta la metodología apoya el desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos fundamentales en un contexto de lluvias estacionales cambiantes, con sistemas de riego limitados. En este proceso, los pronósticos estacionales, así como la interpretación y el uso de los datos de precipitación local de las últimas tres décadas son clave.

Identificación de cultivos adaptables

En Colombia, luego de analizar los patrones de precipitación en los municipios de Buga y Dagua, REDMAC encontró que, en los últimos años, la producción agrícola en esas áreas se había visto afectada tanto por lluvias torrenciales tanto por períodos de escasez de agua en los últimos años. Durante los talleres, los agricultores locales reconocieron que el uso de nueva información climática es una herramienta valiosa para la toma de decisiones en sus fincas. Luego de analizar los cultivos en términos adaptabilidad, se identificó al maíz como potencialmente vulnerable, y cultivos como la yuca, la arracacha y diversas hortalizas se identificaron como cultivos de alto potencial en la zona. Con el apoyo del proyecto REDMAC, se instalarán al menos 5 pluviómetros en las fincas de sus productores asociados, para promover el registro y uso de información meteorológica para apoyar la toma de decisiones.

Si bien el proyecto de Agroecología finalizará en los próximos meses, los procesos PICSA continuarán implementándose en los tres países con el liderazgo de los tres socios. Se espera que, con los procesos de transferencia de capacidad llevados a cabo hasta ahora, los enfoques de los servicios climáticos se escalen a nuevos contextos. Existen interesantes oportunidades de colaboración con universidades en Ecuador; con el sector público peruano que actualmente está impulsando la creación de nuevas Mesas Técnicas Agroclimáticas; y la adaptación de PICSA a los contextos de los caficultores agroecológicos con REDMAC en el caso de Colombia.

Para mayor información

Alejandra Arce es científica asociada del Centro Internacional de la Papa (CIP), Carlos Navarro es investigador asociado sénior de la Alianza de Bioversity International y CIAT, y Arely Valdivia es Especialista en Comunicaciones de la Alianza de Bioversity International y CIAT.