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Lograr que los hallazgos científicos pasen de los centros de investigación a informar políticas públicas es un proceso más difícil de lo que se piensa; pero cuando se logra, las políticas no solo cuentan con un sólido respaldo, sino que los resultados son mucho más contundentes.

¿Qué son las NDC?
 
Las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC en inglés) son las metas de reducción de emisiones que los países parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se comprometieron a lograr para cumplir el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados.

Un ejemplo de ello es el proceso de construcción de la NDC que el Gobierno de Colombia presentó en la cumbre del clima y con la cual se suscribió al Acuerdo de París. Este proceso se aborda como caso de estudio en un reciente artículo publicado en la revista científica Climate Policy, que al igual que el mismo proceso que describe, fue elaborado conjuntamente entre centros de investigación  e instituciones gubernamentales.

Esta publicación describe el proceso interactivo detrás de cómo se logró que la ciencia orientada a informar políticas contribuyera a construir la NDC colombiana, los arreglos institucionales requeridos para el proceso y las lecciones aprendidas. Como resultado, el documento presentado en París ofrece escenarios realistas pero ambiciosos acerca del compromiso de reducción de emisiones del Gobierno Colombiano.

Investigación interactiva orientada a políticas públicas

La Unión Europea afirma que siempre que sea posible, las políticas públicas deberían basarse en los mejores datos disponibles. Sin embargo, lograr esto depende de una multiplicidad de factores que los autores del artículo enfatizan como dificultades que no se pueden subestimar: inducir cambios en políticas es altamente complejo y no sigue un método lineal o racional.

Factores como intereses preexistentes, relaciones institucionales y la misma naturaleza de los procesos de toma de decisiones en los países hacen parte de las dificultades mencionadas por los autores para traducir los hallazgos científicos en políticas públicas. Si bien hay un creciente consenso en involucrar grupos de interés en la producción científica (conocido como investigación colaborativa), los autores también consideran las críticas a este proceso, como son el restringir las ambiciones en la investigación debido a la priorización de soluciones prácticas y de corto plazo, así como eventuales cuestionamientos a la neutralidad de los resultados y la libertad para decidir sobre los temas a investigar.

En América Latina se han presentado interesantes ejemplos de investigación orientada a políticas públicas, y los autores mencionan casos de Uruguay, Brasil, México y Ecuador abordados en un estudio dedicado a promover el debate acerca de cómo fortalecer los vínculos entre investigación y política. También mencionan evidencia de construcción participativa de las NDC en México, Chile y Costa Rica, aunque aclaran que la literatura disponible es escasa.

Cómo se hizo posible

El artículo describe que para entender el proceso que llevó a Colombia a construir su NDC hay que partir del año 2010, cuando el Ministerio de Ambiente participó del Programa de Planes de Acción en Mitigación y Escenarios (MAPS en inglés). Gracias a este programa, el Ministerio consolidó la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC), con un portafolio de más de 90 acciones de mitigación. Otro resultado del programa fue el inicio de una dinámica y estrecha colaboración con la Universidad de los Andes en miras de formular la NDC.

La Estrategia contó con la colaboración de otras agencias gubernamentales y representantes de los sectores que más contribuyen a las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero (GEI), y ratificó la necesidad de tener un componente técnico muy robusto a la hora de formular políticas de reducción de emisiones. En este sentido, si bien el Ministerio contó con un apoyo invaluable por parte de la academia, no contaba con la capacidad suficiente para modelar con un alto nivel de confianza las emisiones del sector de agricultura, silvicultura y otros usos del suelo (AFOLU en inglés).

Gracias a que el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) venía trabajando con entidades del Gobierno colombiano, ya era reconocido como un articulador ideal de información entre instituciones; es por eso que para ayudar a solventar la deficiencia de información, promovió una alianza entre la Universidad de los Andes y el Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias (IFPRI), para generar escenarios de reducción de emisiones confiables para el sector AFOLU. La contribución de IFPRI estaba fundamentada en su capacidad para desarrollar análisis altamente desagregados de estrategias de desarrollo de bajas emisiones, lo cual era un complemento perfecto a las capacidades de la Universidad de los Andes.

El resultado de esta colaboración entre la investigación, el gobierno y el sector privado permitió construir escenarios de reducción de emisiones más robustos, y generar mayor confianza en los resultados, que se tradujeron en un objetivo incondicional de reducción de emisiones del 20%, más un 10% condicionado a apoyo internacional. Conozca más: La agricultura en el foco de la contribución nacional prevista determinada de Colombia

Conclusiones y lecciones aprendidas

El artículo sobre la construcción de la NDC colombiana rescata cuatro elementos clave para el éxito de la investigación orientada a políticas: un proceso de consulta sostenido y abierto con todos los grupos de interés; ciencia utilizable y la disposición para trascender barreras técnicas e institucionales; identificar líderes (institucionales o personales) para sacar adelante los proyectos; y flexibilidad en la disponibilidad de recursos.

Además de la ambiciosa meta de reducción de emisiones del país, los autores destacan que el proceso de construcción de la NDC por medio de la investigación colaborativa ofrece una oportunidad para poner al país entre los que lideran la implementación de políticas de mitigación, y también es una oportunidad para formar una nueva generación de investigadores con mejores habilidades, y tomadores de decisión con un renovado compromiso con el desarrollo sostenible, promoviendo ideas consistentes para formular nuevas y mejores políticas públicas.

Lea el artículo: Informing climate policy through institutional collaboration: reflections on the preparation of Colombia’s nationally determined contribution (en inglés).

José Luis Urrea es oficial de comunicaciones de CCAFS América Latina. Con contribuciones de Ana María Loboguerrero, Líder regional de CCAFS América Latina.