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Cuando las redes sociales importan, la adaptación puede generar beneficios en materia de  mitigación dentro de la agricultura sostenible adaptada al clima.

 

La agricultura sostenible adaptada al clima (ASAC) se debe escalar – las prácticas que ayudan a los pequeños productores a adaptarse y mitigar el cambio climático de acuerdo con sus contextos locales necesitan cruzar territorios y niveles administrativos para alcanzar las metas enfocadas en el clima y la sostenibilidad.

Aunque hablamos mucho sobre desarrollar prácticas ASAC e investigar sus ventajas, el problema de adoptarlas a gran escala sigue siendo un problema – del nivel local al nacional.

Por eso, lo que pasa al interior de las comunidades y entre ellas es clave. No podemos ignorar el tejido social cuando queremos impulsar la ASAC. Un nuevo estudio liderado por CCAFS América Latina analiza qué tanta investigación se enfoca en las redes sociales y su rol en brindar apoyo para la adopción de la ASAC en todas las escalas. ¿La respuesta corta? No mucha.

El capital social no es algo palpable, nace de los nexos entre individuos e instituciones y dentro de sus propias redes, lo cual les permite acceder a recursos, físicos o basados en conocimiento. El estudio resalta el papel clave de las redes sociales en aumentar la implementación de la ASAC y la puesta en marcha de las medidas necesarias para limitar el incremento de la temperatura media mundial a 1.5°C y analiza los co-beneficios de adaptación y mitigación del cambio climático y el rol de las redes sociales en el sector rural.

Sin embargo, los investigadores también evalúan qué factores influyen en la adopción de prácticas de adaptación, teniendo en cuenta que “la adaptación se convierte en un punto de partida para implementar prácticas que pueden tener beneficios en términos de adaptación y mitigación al mismo tiempo”.

Para los productores, es posible que la mitigación no sea una idea tan llamativa comparada con las prácticas de adaptación, ya que estas últimas atraen a los agricultores por sus efectos directos y mayores retornos y el hecho de que resulta relativamente más sencillo integrarlas en los planes de corto plazo de la finca. En todo caso, las prácticas de adaptación pueden también brindar efectos de mitigación – por ejemplo, los sistemas agroforestales o agropecuarios con capacidades de captura de carbono pueden ayudar a reducir la huella de carbono en la producción de alimentos.

Es necesario enfocar mayor investigación en cómo las redes sociales y el capital social se pueden aprovechar para acelerar la adopción y el uso de las prácticas ASAC que brindan ventajas en adaptación y mitigación, aseguran los expertos. Las personas escuchan a otras personas más que a las teorías – de modo que si necesitamos adaptarnos y mitigar el cambio climático de manera rápida para limitar el calentamiento global a 1.5°C, tenemos que encontrar la vía más rápida para adoptar estas medidas. Y las redes sociales pueden ser esenciales para difundirlas.

Los expertos en desarrollo y las instituciones deben primero observar de cerca las interacciones sociales dentro de las comunidades y entre estas y las instituciones, dado que el flujo de información y acción muy a menudo fluye con el apoyo de estas interacciones. En los pueblos, las personas se enteran de cosas nuevas hablando con la gente de su comunidad, intercambian experiencias y aprenden conjuntamente. Sin embargo, las instituciones, las ONG y los gobiernos pueden también facilitar la comunicación y vincular actores formales e informales, contribuyendo a un proceso de sensibilización en torno a las prácticas ASAC.

¿Quién facilita una rápida implementación de la ASAC en todas las escalas – qué tipo de interacciones, qué componentes de la dinámica social, qué necesita pasar entre los individuos e instituciones para que esto suceda? La comunidad de investigadores enfocada en la ASAC necesita concentrarse de una manera más formal en estas dinámicas, ya que pueden tener mucho peso en lo que suceda tras la implementación de la ASAC.

Aunque los expertos están de acuerdo en que la dinámica social estimula las intervenciones relacionadas con el cambio climático al adoptar nuevas tecnologías de adaptación y mitigación, los mecanismos exactos que hacen esto posible todavía no están muy bien documentados. Dado que estas intervenciones deben ser comunitarias, debemos analizar qué combinación de interacciones sociales permite a las comunidades y naciones aprovechar al máximo las medidas de adaptación que también tienen beneficios de mitigación.

Otra pregunta importante es ¿cuánto y qué pueden hacer los pequeños productores para mitigar el cambio climático? La seguridad alimentaria requiere una mayor producción agrícola, que significa también emisiones más altas, con una gran mayoría del sector representado por pequeños productores. La agenda de investigación debería priorizar la búsqueda de una respuesta. Esto podría aclarar qué tipo de rol pueden asumir los productores en la mitigación y cómo pueden integrarse de una mejor manera en procesos en todos los niveles.


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Alexandra Popescu es la comunicadora de CCAFS América Latina.