Centroamérica puede hacerle frente al cambio climático imaginando su futuro hoy
Ahora más que nunca, Centroamérica requiere urgentemente adaptarse y mitigar el cambio climático. Pero ¿cómo podemos enfrentar las incertidumbres del clima futuro?
Una devastadora sequía ha atormentado a Centroamérica durante muchos meses. Cultivos severamente dañados han significado mucho sufrimiento para familias productoras, mientras que las condiciones cada vez más secas impiden buenos rendimientos. La tan esperada temporada lluviosa de junio tampoco llegó, siendo entre 50 y 80 por ciento por debajo del promedio. Sin duda, esta no es la primera ni será la última de las más graves sequías ni otros eventos climáticos extremos, sino que son tan solo el inicio.
Para enfrentar el cambio climático, se requiere una decidida planeación. Así como las más importantes instituciones científicas británicas hicieron nuevamente un llamado a los gobiernos a tomar con más seriedad el cambio climático, nosotros también invitamos a fortalecer los esfuerzos en mitigación y adaptación en la producción agrícola de América Latina, guiados por la ciencia climática y la planeación de políticas guiadas por escenarios.
Métodos para una mejor toma de decisiones frente al cambio climático
Muchas veces vemos que los planes y políticas de desarrollo a menudo parten de suposiciones que toman como base las circunstancias políticas o sociales actuales, que fácilmente pueden cambiar. Esto no prepara a un país lo suficientemente bien como para un mañana que es cada vez más incierto y exigente. La planeación para el futuro bajo el cambio climático es difícil, pero no imposible.
La planeación de políticas basadas en escenarios es un método de probada eficacia para la toma de decisiones complejas, desarrollado por un equipo del Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglas en inglés) y la Universidad de Oxford. Estas actividades se realizan en cinco regiones alrededor del mundo, y han llegado a América Latina con el apoyo de la Universidad para la Cooperación Internacional (UCI) y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).
La metodología de escenarios ayuda a los tomadores de decisión a tener en cuenta aspectos de incertidumbre acerca del futuro, bien sea durante el desarrollo o la validación de planes y estrategias.
Para esto, las partes interesadas involucradas en el proceso visualizan colectivamente posibles futuros y vías de desarrollo para un país o una región basándose en factores socioeconómicos, políticos y ambientales que son altamente inciertos, pero que pueden tener un fuerte impacto en el desarrollo del país. Estos factores pueden ser desde crecimiento demográfico, disponibilidad de agua y recursos naturales, estabilidad política, desarrollo económico, etc. Y por supuesto, impactos y proyecciones del clima futuros.
La idea es trabajar en retrospectiva desde los escenarios creados, tanto los positivos como los más pesimistas, para luego probar las políticas frente a estos diferentes relatos del futuro. Esto ayuda a guiar a los responsables políticos, planeadores, científicos y organizaciones no gubernamentales que participan, a hacer los ajustes apropiados para elaborar estrategias de desarrollo o planes de inversión. Hacer estos ajustes hoy, puede ayudar a asegurar que las políticas y planes sigan siendo relevantes en el futuro.
El trabajo de escenarios alrededor del mundo
El equipo de trabajo y la metodología ya están haciendo la diferencia. En Camboya, el Plan de Acción para la Prioridades en Agricultura y Cambio Climático (CCPAP, por sus siglas en inglés) ahora cuenta con un establecimiento de prioridades guiada por escenarios para lidiar mejor con el cambio climático. En Tanzania, el gobierno está elaborando su tercera versión de la nueva Política Nacional de Gestión Ambiental, que contiene mejoras implementadas gracias a la metodología de escenarios.
En Honduras, un taller realizado recientemente con la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) analizó cómo la estrategia de adaptación al cambio climático para la agricultura y la ganadería, que fue validada con la metodología de escenarios, puede traducirse en planes de políticas locales. Todo el proceso de escenarios ha atraído a los tomadores de decisiones de la Secretaría, investigadores y otras organizaciones de productores locales y regionales.
Este proceso se ha hecho posible a través de su dedicado equipo, partes interesadas participantes y una sólida asociación a nivel global, con el apoyo de organizaciones como World Resources Institute (WRI), el Centro de Monitoreo de Conservación Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-WCMC) y la Asociación Coordinadora Indígena y Campesina de Agroforestería Comunitaria de Centroamérica (Acicafoc).
Descubriendo el impacto de la planificación de políticas guiadas por escenarios
Los planificadores de políticas que han participado en las actividades han mencionado cómo la metodología de escenarios ha ayudado a que se vean en otros aspectos y elementos que pueden afectar y pulir las políticas para lograr estrategias o planes más realistas e inclusivos.
Igualmente los productores de cacao de Centroamérica, a través de la exploración de posibles cambios en su entorno, sienten que ahora pueden entender mejor lo que el cambio climático va a significar para ellos y a través de escenarios futuros crean planes de adaptación del clima que funcionen para ellos.
Creemos que ha llegado el momento para más países de Centro y Sur América piensen progresivamente sobre cómo van a prepararse para el cambio climático. Los métodos y soluciones para enfrentar clima están ahí afuera, y con participantes comprometidos y de mente abierta, los países pueden empezar a planificar para un futuro más resiliente y con seguridad alimentaria.
Conozca más: Análisis de políticas sobre el clima y la agricultura, visto desde escenarios futuros
Escrito por Ana Maria Loboguerrero, Líder Regional de CCAFS América Latina y Marieke Vegeer, Coordinadora del programa de Escenarios Futuros para América Latina.