Fomentando la cooperación digital y trazabilidad agroecológica con Agroecomakers
Cambios en el uso de la tierra, prácticas que degradan los suelos y el fenómeno del cambio climático ponen en jaque su biodiversidad. En este contexto desafiante, sus sistemas alimentarios se sostienen en su agricultura familiar, que alcanza aproximadamente 15 millones de familias con predios que, en la mayoría de los casos, no superan las 10 hectáreas (FAO, 2015; Maletta, 2017). Estos predios familiares, ecológica y culturalmente heterogéneos, producen alrededor de 50% de los alimentos que abastece a la región (Truitt Nakata, G. y Zeigler, M., 2014).
Hoy se reconoce que cientos de miles de agricultores familiares empíricamente aplican, a través de prácticas agroecológicas, principios ecológicos como la diversidad biológica y complejidad estructural, que contribuyen a la adaptación, mitigación al cambio climático, y bajas huellas de carbono. Estas se anclan en conocimientos locales indígenas y campesinos, los cuales han desempeñado un papel fundamental en el manejo y conservación de los recursos naturales a lo largo del tiempo. Sin embargo, los servicios que proveen son poco valorados en el mercado por falta de trazabilidad (Karippacheril et al., 2017).
La pandemia de COVID-19 ha expuesto la capacidad de pequeños agricultores y sus asociaciones no solo de mantener el suministro de alimentos "de la finca a la mesa" sino también de transitar al uso de aplicaciones digitales y plataformas de comercio electrónico.
Tecnología y cultura digital para la agroecología
Un factor que poco contribuye a aminorar la brecha digital en el campo es la deficiente conectividad. Según criterios como uso del internet, presencia de dispositivos, acceso a datos, y velocidad adecuada se estiman conectividades de 21%, 30% y 37% en las zonas rurales de Perú, Ecuador y Colombia, respectivamente, con una brecha del orden de 20% entre zonas rurales y urbanas (Ziegler et al., 2020).
Desde la agroecología, un desafío adicional es la complejidad y diversidad de los sistemas productivos. Como movimiento social y político, además, la agroecología busca la autonomía de las tecnologías de la información que dependen y son propiedad de empresas multinacionales afines al sector agroindustrial. Los sistemas participativos de garantía que se apoyan en procesos locales, en cambio, ofrecen las perspectivas de un relacionamiento directo y lazos de confianza entre actores (Marchetti et al., 2020).
Agroecomakers
Como respuesta a estos desafíos, se ha ido desarrollando el aplicativo Agroecomakers con el apoyo financiero del IRD (Francia) en el laboratorio internacional BIOINCA, que integran la Universidad de los Andes (Colombia) y la Pontificia Universidad Católica (Ecuador).
En su primera versión, Agroecomakers busca adaptar un sistema de trazabilidad a la diversidad y complejidad de los sistemas agroecológicos, apoyándose en la investigación participativa y ciencia ciudadana para valorar los conocimientos campesinos en la producción científica. Para este fin, el aplicativo dispone de un sistema interactivo e inclusivo donde el usuario puede recopilar información a partir de íconos sin necesidad de saber leer o escribir.
El aplicativo se está desarrollando en el marco del proyecto “Agroecología para la acción climática en América Latina: Fortaleciendo la evidencia para una agricultura a pequeña escala resiliente al clima y baja en carbono“ proyecto piloto en Colombia, Ecuador, y Perú liderado por CCAFS, en asociación con la Alianza de Bioversity International y el CIAT, la Iniciativa Andina del CIP, el IRD y el CIRAD, y con la colaboración de los socios locales EkoRural (Ecuador), CEAR (Perú), y REDMAC (Colombia).
Su objetivo es generar evidencia sobre los aportes de la agroecología a la resiliencia climática y bajas emisiones de carbono desde la agricultura familiar, vislumbrando sistemas alimentarios sostenibles.
Agroecomakers cuenta con una versión web y una versión móvil para los contextos de los socios locales: parcelas, fincas y paisajes que se anclan en principios agroecológicos. Entre las innovaciones del aplicativo cabe destacarse que los agricultores podrán recolectar información sin conexión a internet en sus fincas.
Agroecomakers difiere de los sistemas digitales enfocados en cultivos específicos, una vez que visibiliza las sinergias entre una diversidad de actividades agrícolas, pecuarias, transformación y producción de insumos, más allá de la producción per se. Además de la producción de alimentos, considera servicios como captura de carbono, conservación de la biodiversidad, fertilización de suelos, asociación de plantas, y presencia de polinizadores.
La documentación de estos servicios con un enfoque de investigación participativa permitirá evaluar la eficiencia de la finca para reorientar y mejorar su funcionamiento agroecológico (sinergias entre componentes) a través de estudios estadísticos y de aprendizaje de máquina.
Dichos servicios agroecológicos podrán ser valorados tanto en los mercados de producción de alimentos como en los de captura de carbono, protección de la biodiversidad, y preservación de culturas.
Desarrollo y próximos pasos
El aplicativo se encuentra en una fase de entrenamiento para integrar estas innovadoras funciones con un total de 120 usuarios que producen en ecosistemas agroecológicos en Colombia, Ecuador y Perú. El entrenamiento se realiza a través de entrevistas que registran no solo información de índole cuantitativa y cualitativa sobre los agroecosistemas, sino también las voces y acentos de sus usuarios.
Esta inédita experiencia es un primer piloto para la trazabilidad ecológica, logística productiva, y cooperación en investigación participativa. En el futuro, Agroecomakers será capaz de funcionar como plataforma de certificación agroecológica participativa articulando agricultores, consumidores, y transportadores a nivel de sistemas de producción, distribución y garantía de calidad de alimentos.
Aunque el proyecto de Agroecología finalizará en los próximos meses, el aplicativo móvil y web Agroecomakers seguirá validando y desarrollándose por una dinámica propia de ‘auto entrenamiento’ y ajustes en tiempo real a través de otros ecosistemas, organizaciones, y comunidades de usuarios en Colombia, Ecuador, y Perú.
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