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La nación centroamericana adopta un nuevo enfoque para reconsiderar su agricultura para el 2030.

Este no fue un taller ordinario. En un hotel en el centro de San José, Costa Rica, con coloridos carteles y marcadores, personas de diferentes sectores y orígenes observaban sus puntos en común: la agricultura del país. El tema era cómo hacer que la agricultura de Costa Rica sea sostenible y más fuerte a medida que el cambio climático se vuelve más relevante, y al tiempo que reduce sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como se comprometió a hacer en el Acuerdo de París. ¿La primera fecha límite? 2030.

El taller fue el segundo de una serie de dos diálogos que reunió a líderes de la agricultura, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y la academia para analizar cómo lograr estos objetivos. El taller también tuvo como objetivo un acuerdo interinstitucional entre el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica (MAG) y el Ministerio de Medioambiente (MINAE), un objetivo dentro del Plan Nacional de Desarrollo para 2015-2018. Los talleres fueron iniciados por los dos ministerios, con el apoyo de la Universidad para la Cooperación Internacional (UCI) y el Programa de Investigación del CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS).

Desarrollar escenarios para la planificación de políticas

El enfoque de escenarios futuros es una metodología que ayuda a los formuladores de políticas a preguntarse qué debe suceder hoy para lograr los objetivos en un futuro incierto y les permite pensar en alternativas plausibles del futuro. Los escenarios utilizados se centraron en el contexto para una mejor toma de decisiones. La metodología fue desarrollada por el Programa de Investigación del CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) y la Universidad de Oxford, y es implementada en América Latina por UCI.


La metodología de escenarios futuros implica examinar una amplia gama de condiciones que pueden influir en el asunto analizado. Foto: Karla Souza (UCI)

El primer taller concluyó unos días antes, a finales de agosto de 2017, cuando los participantes pusieron en marcha la metodología creando cuatro escenarios posibles en torno a la agricultura, el sector ganadero y la seguridad alimentaria de Costa Rica. Eso implicó analizar los factores clave y las incertidumbres relacionadas con el crecimiento verde del sector en un clima cambiante.

Los participantes construyeron los escenarios considerando factores de cambio: una variedad de factores que podrían influir en el futuro, incluyendo políticas públicas, planificación del uso de la tierra, mercados nacionales e internacionales, marcos legales, plagas y enfermedades, calidad del suelo y comportamiento de los agricultores de cara al cambio.

"Estamos acostumbrados a mirar principalmente datos históricos, pero este enfoque nos saca de esa mentalidad y nos empuja a explorar nuestros mejores y peores pensamientos sobre un futuro bajo el cambio climático", dijo Luis Diego Obando de la Corporación de Productores de Ganado (CORFOGA). "La metodología realmente alcanzó su propósito y la mejor parte fue la libertad de expresar nuestras opiniones e intercambiar conocimientos con actores de diferentes sectores", agregó.


Elementos utilizados para construir escenarios futuros para la agricultura costarricense en 2030. Foto: Karla Souza (UCI)

 

Los cuatro escenarios resultantes fueron:

Amor en tiempos de hambre: el Estado tiene la capacidad de apoyar, financiara y políticamente, el desarrollo agrícola. Los agricultores se enfrentan al desafío de la falta de recursos y rechazan las innovaciones tecnológicas, enfrentando altos costos de producción. La producción es tradicional y se basa en la competencia de precios, mientras que la gestión de recursos -del agua y los suelos- es deficiente. Los consumidores se centran en los precios y descuidan los aspectos ambientales. Los problemas de seguridad alimentaria y los altos niveles de pobreza influyen en el enfoque del gobierno en la agricultura.

La tierra prometida: el Estado puede facilitar fácilmente la transición de la agricultura hacia una producción altamente adaptable y hacia acciones de mitigación, dentro de los mercados nacionales e internacionales, exigiendo productos sostenibles y de alta calidad. Los productores implementan tecnologías de vanguardia y monitoreo remoto, mientras que las inversiones privadas y públicas en la agricultura son continuas.

A ausencia de perros, cazamos con gatos: como el Estado tiene poca capacidad para apoyar la transición, el sector privado toma la iniciativa para mantener la seguridad alimentaria y nutricional, a medida que  la agricultura tiene una gran capacidad de adaptación y la sociedad exige productos de alta calidad y alto valor. Hay un gran progreso en la creación y el fortalecimiento de las organizaciones de productores, y los agricultores intercambian conocimientos y experiencias.

Una realidad incómoda: la situación es grave, con situaciones de emergencia permanente de sequía y fuertes lluvias que no permiten el desarrollo de la agricultura. Esto desencadena migraciones dentro y fuera del país y un abandono de las tierras de cultivo, lo que a su vez conduce a una menor capacidad de adaptación y mitigación del cambio climático. Las importaciones dominan, con productos de baja calidad mientras que el mercado está controlado por fuerzas externas.

Esta segunda reunión de actores en la agricultura se basó en ese primer paso al analizar estos escenarios y lo que podrían significar para la agricultura costarricense en el futuro. El diálogo luego pasó hacia las recomendaciones para la acción política y al desarrollo de una visión a largo plazo para la agricultura a 2030.

"La agricultura reúne a una mayor diversidad de actores que los sectores de energía o transporte, que requieren una visión más simple para reducir sus emisiones de GEI", dijo Franklin Paniagua, quien estaba a cargo del proceso de consulta sectorial. "La metodología de futuros escenarios permite a la agricultura, donde cada producto requiere diferentes condiciones y enfoques cuando se trata de realizar cambios, buscar soluciones bajas en carbono de forma integrada", explicó.

Alexandra Popescu es la anterior Oficial de Comunicaciones de CCAFS Latinoamérica. Esta traducción fue realizada por Laura Ximena Lopez la actual Oficial de Comunicaciones de CCAFS Latinoamérica.