¿Qué relación tiene el almidón de yuca con las precipitaciones?
Un estudio busca determinar la importancia de la variabilidad de la lluvia en los contenidos de almidón de la yuca cultivada en Colombia
Colombia produce anualmente más de dos millones de toneladas de yuca, una cifra que puede parecer baja comparada con los casi cuarenta millones que produce Nigeria, el mayor productor mundial; pero eso no le resta importancia al cultivo de esta raíz, considerada por la FAO como una oportunidad para que los países en desarrollo puedan fortalecer su economía rural, e incrementar los ingresos de los productores, mediante la conversión de esa materia prima de relativo bajo costo en almidones de elevado valor:
Según un informe del Banco de la República de Colombia, el cultivo de yuca se considera de gran importancia para la seguridad alimentaria, pues es uno de los alimentos vegetales de mayor fuente de energía en el mundo, además de ser considerado como una importante reserva cuando hay malas cosechas de otros productos alimentarios.
Para la FAO, el cultivo de yuca tiene ventajas, como su gran rendimiento por hectárea, tolerancia a la sequía y a los suelos degradados, y una gran flexibilidad para la siembra y la cosecha. Como fuente de energía, la yuca es muy competitiva: la raíz contiene más almidón, por peso seco, que casi cualquier otro cultivo alimentario, y su almidón es fácil de obtener con tecnologías sencillas.
Sobre el Convenio MADR-CIAT/CCAFS
Este convenio, realizado en el marco de las actividades del Programa CCAFS en América Latina, busca mejorar la competitividad del sector agropecuario colombiano, mediante la aplicación de instrumentos de política, el fortalecimiento de la inversión de recursos en investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.
Es un proyecto que reúne, por primera vez, Gobierno Nacional, academia, centros de investigación, ONG y asociaciones de agricultores en las cadenas de producción de diferentes cultivos.
En la costa norte de Colombia se concentra más del cincuenta por ciento de la producción nacional de yuca, y la extracción de almidón se ha convertido en una importante fuente de ingresos para los pequeños productores, en respuesta a la gran demanda de la industria alimentaria y como una opción de mercado adicional a la venta en fresco. Sin embargo, bajos contenidos de almidón pueden ocasionar disminuciones en el pago a los agricultores; por ello, asegurar suficientes cantidades de almidón en la planta resulta fundamental para que los agricultores obtengan mayores ingresos por su venta.
Para estos productores es conocida la importancia que tiene la llegada de la temporada lluviosa para sembrar su cultivo. Pero ¿qué importancia puede tener la variabilidad en la lluvia en los contenidos de almidón? Un análisis realizado por investigadores del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en el marco del Convenio MADR-CIAT/CCAFS buscó evaluar la relación entre las fluctuaciones en el contenido de almidón de yuca y el comportamiento estacional de las precipitaciones con información climática del Instituto Colombiano Metereológico (IDEAM).
Como resultado del análisis de la serie histórica de los años 2009 a 2013 del porcentaje de almidón de los ingresos a la planta de procesamiento ‘Almidones de Sucre’ ubicada en Corozal, departamento de Sucre, se detectó un comportamiento estacional en donde las disminuciones del almidón en yuca para su uso industrial estaban relacionados con meses secos o de bajas precipitaciones. Así, posterior a los meses más secos del año en diciembre, enero y febrero, y durante los meses lluviosos los contenidos de almidón disminuyeron.
Al evaluar esta correlación, los investigadores desarrollaron un modelo estadístico relacionando variables derivadas de la precipitación con el porcentaje de almidón de la yuca que ingresó a la planta de procesamiento Almidones de Sucre en el Caribe colombiano.
El resultado de esta modelación mostró que hay una relación entre la disminución del contenido de almidón y altas precipitaciones durante el último mes antes de cosecha. Igualmente, el incremento de lluvias posterior a un periodo seco durante los últimos tres meses antes de cosecha ocasiona menores contenidos de almidón en la yuca; esto se explica según el informe, debido a que la planta después de pasar por un periodo de estrés hídrico y luego contar con más disponibilidad de agua, genera muchos rebrotes, debido a que los nutrientes o ‘asimilados’ pasan de la raíz a la parte aérea de la planta (tallo y hojas) en un proceso natural que se conoce como translocación.
Este estudio, cuyos resultados preliminares ya están disponibles, permite evaluar la importancia que tienen las lluvias al momento de la cosecha considerando el potencial que tiene la yuca para su uso industrial. Así mismo, recomienda a los productores tener en cuenta las condiciones ambientales de la fecha proyectada de cosecha con el fin de evitar que precipitaciones cercanas a esta época generen una disminución en el contenido de almidón de la yuca, sin dejar de considerar que deben lograr un balance entre cosechar antes del arribo de las lluvias y evitar largo tiempo de almacenamiento de la semilla para las posteriores siembras al iniciar el periodo húmedo o de altas precipitaciones.
De esta manera el Convenio MADR-CIAT/CCAFS continúa aunando esfuerzos, recursos y capacidades institucionales para fortalecer la capacidad de adaptación del sector agropecuario a la variabilidad y al cambio climático y mejorar la eficiencia del uso de los recursos en los sistemas productivos.
Más información
Descargue el Info Note: El almidón de yuca y su relación con las precipitaciones (disponible también en inglés)
Página web del Convenio MADR-CIAT/CCAFS
José Luis Urrea es Oficial de Comunicaciones de CCAFS América Latina. Patricia Moreno es Investigadora del Área de Análisis de Políticas del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).