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CCAFS América Latina entrevistó Sofía Martínez Sáenz sobre los seguros indexados y sus ventajas para la agricultura frente al cambio climático

 

Los productores a través del mundo son cada vez más vulnerables a los caprichos de los eventos climáticos extremos y a la variabilidad climática, enfrentan frecuentemente pérdidas en sus cultivos y la erosión de sus medios de vida.

Los seguros tradicionales pueden fallar para apoyar a los pequeños productores que tienen pocos recursos y una alta exposición a pérdidas. Pero en Honduras, un equipo del Instituto para Clima y Sociedad (IRI), de la Universidad Columbia, con apoyo del Programa de Investigación del CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) y USAIDlogró diseñar un producto de seguro que soluciona muchas de las ineficiencias de las soluciones clásicas para pequeños productores  – un seguro indexado para cultivos (SI) ahora demandado por el mercado nacional y que también atrae el interés de la región.

¿Entonces, qué onda con los seguros indexados? Hablamos sobre eso con Sofía Martínez Sáenz, quien lideró el diseño del producto en Honduras y es parte del Equipo del Sector de Instrumentos Financieros en IRI.

¿Qué son los seguros indexados? ¿Y cómo son diferentes de los seguros tradicionales?

El seguro indexado es una herramienta relativamente nueva a través de cual las pérdidas y los pagos relacionados son determinados usando una variable específica, sin que las empresas de seguros necesiten enviar empleados al territorio para evaluar los daños.

A través de los SI, las empresas pueden crear productos más accesibles y alcanzar más productores 

En los últimos 50-100 años, el seguro tradicional ha servido los productores que tenían mucha tierra – si algo pasaba, la empresa de seguros sólo necesitaba enviar a un asesor para verificar las perdidas en áreas grandes; pero para los pequeños productores, muchos evaluadores tenían que visitar muchas fincas, a menudo poco accesibles en los países menos desarrollados. Por eso, los costos administrativos se traducían en primas más altas para los campesinos.

A través de los SI, las empresas pueden crear productos más accesibles y alcanzar más productores. Hay dos tipos de SI: seguros de índice de rendimiento por área, que requieren muchos datos para el desarrollo de modelos y seguros con base en índices climáticos, usando variables climáticas a través de pluviómetros o de datos de acceso remoto.

Los productores son actores clave en decidir qué condiciones necesita cumplir un futuro producto de SI para responder a sus necesidades y vulnerabilidades. Foto: Elizabeth Gawthrop (IRI)

¿Cómo puede una empresa de seguros evaluar correctamente las consecuencias de un evento extremo sin mandar nadie en el terreno?

El proceso de investigación y diseño antes de que el producto de SI llegue al mercado es riguroso. Aquí es donde el trabajo de IRI de la última década entra en escena. Necesitamos trabajar mucho con los productores. Primero, identificamos qué riesgos están enfrentando, cuándo están ocurriendo y qué tan grandes son; después comparamos esta retroalimentación con diferentes fuentes de datos para descubrir qué ha generado un pago en el pasado. Así podemos establecer el nivel en el cual se dispara el seguro y los pagos se pueden hacer sin evaluar el campo.

¿Qué tan preciso es el proceso?

Es crítico ser lo más preciso posible en la definición de ese nivel de disparo, porque podría ser que un producto tal vez no pague cuando haya un evento pero paga cuando no lo hay. Por eso, en los últimos 5-10 años hubo un cambio en la comunidad de SI, desde productos basados en pluviómetros y los basados en datos de satélite. Los satélites recogen información de un área más larga, ayudando los países que no tienen muchos pluviómetros de confianza.

¿A quién necesitamos para crear un producto de SI?

Necesitamos incluir expertos locales que conocen los ciclos de producción (por ejemplo, de los ministerios de agricultura, asociaciones de productores, institutos especializados en ciertos cultivos, etc).

Pero los productores son clave para comunicar sus experiencias en el campo.

Los legisladores también son muy importantes, desde el diseño inicial hasta la aprobación de las reglas. Los SI son una “nueva tecnología”, a menudo sin reglas. El involucramiento de los legisladores, pueden ayudar a entender mejor el futuro producto – así cuando está listo, ellos saben de qué se trata.

¿Cuál fue la reacción a este proyecto?

Los productores son muchos más receptivos a este tipo de oportunidades porque les faltan las opciones; estos tipos de experiencias les abren los horizontes y son muy entusiastas. Sin embargo, puede ser común que los productores no confíen en las instituciones financieras; pero eso se puede resolver a través de la educación. Las empresas de seguros pueden ser estar más prevenidas en adoptar un nuevo producto, arriesgando su reputación si el intento no es exitoso.

¿Cuál es el impacto estimado de ese producto?

Hay más o menos 2000 productores que pueden estar impactados directamente ahora por el producto en su estado actual. Pero, como nos enfocamos en los cultivos clave de Honduras – maíz y frijol – hay un potencial para alcanzar 100,000 productores en el país y aún más en la región.

¿Qué tan accesible es el producto de SI?

Comparado con los costos usuales, el SI representa más o menos 10% de esos costos; el obstáculo principal es al principio de la temporada cuando los productores casi no tienen liquidez; por eso, muchos de esos productos financieros están vinculados con préstamos.

¿Cómo reaccionó la región al proyecto en Honduras?

Hay grupos que ya están construyendo productos similares en Guatemala y El Salvados, mientras Costa Rica y Panamá están también interesados.

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Alexandra Popescu es oficial de comunicaciones para CCAFS América Latina.