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Más de 300 km recorrieron un grupo de mujeres líderes de diferentes comunidades indígenas y campesinas, para llegar al CIAT en Palmira. El propósito del viaje: participar en una capacitación sobre medidas de adaptación frente al cambio y la variabilidad climática.

Los resguardos indígenas de Natagaima, municipio del Tolima no son ajenos a los efectos del cambio climático; las condiciones de sequía extrema afectan drásticamente la productividad de los cultivos; prueba de ello es la escasez de pasturas y la notable disminución de las riberas de los ríos.

En el marco del proyecto “Trabajando Juntos por una Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (ASAC)”, científicos del CIAT y del Programa de Investigación de CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), identificaron comunidades de economía campesina e indígena en el sur del Tolima, con el objetivo de fortalecer iniciativas locales en torno a la seguridad alimentaria, adaptación y mitigación al cambio climático.

Natagaima, Coyaima, Ataco y Chaparral, fueron los cuatro municipios seleccionados dadas sus condiciones de pobreza y vulnerabilidad. “Esta zona enfrenta sequías que duran entre 6 y 8 meses; los cultivos se ven seriamente afectados y las variedades criollas se están perdiendo”, comenta Armando Muñoz, Asociado de Investigación del CIAT, quien coordina esta investigación.

Durante el segundo semestre de 2014 se realizó un diagnóstico sobre los proyectos vigentes en los diferentes resguardos y cabildos, con el propósito de identificar medidas de adaptación y mitigación para validarlas con las comunidades. Fue así como se identificaron participativamente las siguientes necesidades: mejorar la disponibilidad de agua para el riego, establecer viveros y huertos comunitarios, recuperar especies nativas y usar forrajes para alimentación animal.

“Vamos a entregar a la comunidad alternativas tecnológicas fruto de muchos años de investigación del CIAT y sus socios. Estamos muy contentos de poder transferir ciencia a pequeños agricultores; esto ha sido posible porque existe un gran compromiso y disposición por parte de los programas de investigación del Centro para transferir conocimiento”, afirma Lina Méndez, Asistente de Investigación del Centro, quien también es originaria de la zona, pero que llegó hace más de un año al CIAT para continuar su formación como Ingeniera Agrónoma.

*Este es un extracto de un blog publicado en la página del CIAT. Consulte el original.