¿'El Niño' tiene la culpa?
Durante años, se ha señalado al fenómeno de El Niño como el culpable de las inundaciones, las sequías, las hambrunas, las crisis económicas y de un calor mundial sin precedentes. ¿Puede un solo fenómeno climático realmente causar todos estos acontecimientos?
¿El mundo siempre está un paso atrás del desastre cuando las condiciones del fenómeno de El Niño se desarrollan? ¿Qué es exactamente este fenómeno climático y por qué debería importarle a la sociedad? En este blog abordamos estas preguntas, así como aclararemos algunos conceptos erróneos comunes acerca de El Niño, La Niña, ¡y todo lo demás!
En primer lugar, los conceptos básicos. el fenómeno de El Niño se refiere al calentamiento ocasional del Océano Pacífico oriental y central en torno a la línea ecuatorial (ver imagen). En esa zona, el agua más caliente tiende a ser sólo de entre 1 a 3 grados centígrados por encima de las temperaturas medias de la superficie marina, aunque en el fenómeno de El Niño de 1997/98, uno de los más fuertes que se tenga registro, alcanzó los 5 grados o más por encima de la media en algunos lugares.
Por el otro lado, el fenómeno de La Niña es su opuesto climático; para El Niño -yin está La Niña -yang, por así decirlo. El fenómeno de La Niña se define por temperaturas superficiales del mar más frías de lo normal en gran parte del Pacífico ecuatorial oriental y central. Los episodios de El Niño y La Niña tienden a durar más o menos un año, aunque en ocasiones pueden durar 18 meses o más.
El Pacífico es el océano más grande en el planeta, por lo que un cambio significativo en su patrón normal de temperaturas de la superficie daría lugar a los correspondientes cambios en los vientos atmosféricos. Esto puede tener incluso consecuencias para la temperatura, las precipitaciones y la vegetación en lugares lejanos.
En años normales, los vientos alisios empujan el agua caliente (y su lluvia asociada) hacia el oeste en dirección hacia Indonesia. Las aguas más cálidas en el oeste y aguas relativamente más frías en el este del Pacífico refuerzan el patrón y la fuerza de los vientos alisios.
Pero durante un fenómeno de El Niño, que se produce en promedio una vez entre cada tres a cinco años, los vientos cambian e incluso toman dirección inversa, con lo que las lluvias se dirigen hacia América del Sur. Es por eso que normalmente asociamos El Niño con sequía en Indonesia y Australia, pero con inundaciones en el Perú.
A raíz de observar muchos eventos de El Niño, por ahora sabemos que estas condiciones climáticas cambiantes, junto con otros factores, puede tener un serio impacto en la sociedad, tales como la reducción de las cosechas de los cultivos, incendios forestales, o la pérdida de vidas y bienes en las inundaciones. También hay evidencia de que las anomalías climáticas regionales asociadas a condiciones de El Niño aumentan el riesgo de ciertas enfermedades transmitidas por vectores, como el paludismo, en lugares donde no se producen todos los años y donde el control de la enfermedad es limitado.
Sin embargo, si bien podemos esperar impactos del clima en algunas regiones durante un fenómeno de El Niño, todavía hay una posibilidad de que otros aspectos del sistema climático en un año determinado pueden trabajar para contrarrestar la influencia de El Niño. Durante cualquier evento de El Niño o La Niña, también observamos cambios en la presión atmosférica, el viento y los patrones de lluvia en diferentes partes del Pacífico y más allá.
El fenómeno de El Niño se asocia con una alta presión en el Pacífico occidental, mientras que La Niña se asocia a alta presión en el Pacífico oriental. Ese 'balanceo' de presiones altas que se produce cuando las condiciones se mueven de El Niño a La Niña es conocido como la Oscilación del Sur. El término que se usa algunas veces (El Niño-Oscilación del Sur, o ENOS), nos recuerda que El Niño y La Niña reflejan cambios no sólo en el mar, sino también en la atmósfera. Para más detalles sobre el ENOS, visite la página de el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y Sociedad.
ENOS es una de las principales fuentes de variabilidad del clima en la Tierra año a año, y tiene implicaciones socioeconómicas significativas para muchas regiones de todo el mundo. Las condiciones de El Niño en desarrollo en los últimos meses ofrece una oportunidad para aclarar algunos conceptos erróneos comunes sobre este fenómeno climático.
Francesco Fiondella es oficial de comunicaciones del IRI. Traducido por José Luis Urrea, Oficial de Comunicaciones CCAFS América Latina.
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Este blog es parte de una serie que aborda el desarrollo de El Niño y sus impactos en la agricultura. Consulte todos los artículos relacionados.