Evaluación participativa de variedades mejoradas de frijol para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional en cuatro fases
La siembra de frijol no solo diversifica la dieta, sino que además mejora la seguridad alimentaria y nutricional de las familias; e incluso a futuro, puede ser otra fuente de ingresos al comercializar los excedentes.
El frijol es, dentro de las leguminosas de grano, la especie más importante para el consumo humano. Según la FAO, 129 países de los cinco continentes reportan producción de frijol y América Latina es la zona de mayor producción y consumo, con más del 45% de la producción mundial, donde es considerado como uno de los productos básicos de la economía campesina (Fenalce, 2010).
Proteína pura
Con respecto al valor nutritivo, el fríjol es considerado como una de las principales fuentes de proteína, especialmente para aquellas poblaciones de bajos recursos y dentro de los productos básicos en la seguridad alimentaria de las áreas rurales y de bajos ingresos. El contenido de proteína varía de acuerdo al genotipo; en general, es de un 24%, superando al maíz y la papa en cantidad y calidad. Además el frijol es rico en hierro y es una buena fuente de fibra y carbohidratos (Fenalce, 2010).
Por ello, no es de extrañar que una de las medidas de adaptación a la variabilidad y cambio climático priorizadas en el Territorio Sostenible Adaptado al Clima (TeSAC) de Cauca, Colombia, tiene como base la motivación a los productores locales a que produzcan y consuman frijol en sus fincas.
Estos productores tradicionalmente siembran café y caña panelera, por lo que la siembra de frijol para el autoconsumo no solo diversifica su dieta, sino que además mejora la seguridad alimentaria y nutricional de sus familias; e incluso a futuro, puede ser otra fuente de ingresos al comercializar los excedentes. Conozca más sobre el TeSAC de Cauca (PDF).
La iniciativa es un esfuerzo conjunto entre El Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), la Fundación Ecohabitats, El Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT) y la Universidad del Cauca con los productores de la zona. Este proyecto que contempla cuatro fases, tiene el objetivo de promover medidas de adaptación a la variabilidad y cambio climático que contribuyan a la seguridad alimentaria, teniendo como base proteica al fríjol:
Fase 1: siembra de variedades
A finales del año 2015, el Centro Experimental de CIAT, ubicado en la vereda Santa Rosa (municipio de Popayán, Cauca), recibió a 30 campesinos y campesinas del TeSAC, que pudieron aprender sobre las prácticas de siembra y manejo del cultivo de frijol, además de recibir diferentes variedades de semillas. Lo anterior, motivó a los campesinos y campesinas a sembrar y ensayar dichas variedades. El 16 de marzo 2016, Carlos Jara, experto en fríjol del CIAT, visitó dos de las fincas donde los campesinos sembraron el fríjol, realizando recomendaciones de manejo y alentando a los campesinos y campesinas a continuar con el proceso. A la fecha, ya se han realizado dos siembras, donde se consumió lo producido y se ha dejado semilla para sembrar nuevamente.
Fase 2: evaluación participativa
Con el apoyo de la docente Consuelo Montes de la Universidad del Cauca, quien cuenta con amplia experiencia en fríjol al haber trabajado en CIAT durante más de 10 años en fitomejoramiento, se acuerda realizar una investigación que permita evaluar participativamente, variedades de frijol de CIAT y variedades de fríjol preseleccionadas por campesinos del municipio de Timbío (Cauca). Esta última selección, como resultado de una investigación previa realizada por dicha docente. Para ello, se han vinculado dos tesistas, con quienes se está formulando el proyecto. Se seleccionaron sitios para evaluar tanto en Timbío como en el TeSAC, y se preseleccionaron aproximadamente 20 variedades de frijol, y la investigación está en curso actualmente.
Fase 3: escuelas de campo
Se constituyó una escuela de campo (ECA) para la adaptación con énfasis en la producción de fríjol con prácticas orgánicas, la incorporación a la dieta, el manejo adecuado de semillas y su distribución en la localidad, permitiendo así, que los campesinos productores de frijol del TeSAC enseñen a otras comunidades: la finca utilizada para la evaluación de variedades se constituirá como una escuela de campo para el aprendizaje en producción de fríjol, donde los investigadores de la Universidad del Cauca orientarán las capacitaciones a medida que se implementa y desarrolla el cultivo.
Los temas a abordar serán: conversatorio con campesinos sobre su experiencia en la producción del fríjol, prácticas en campo sobre preparación del terreno, fertilización y preparación de abonos orgánicos, manejo de plagas y enfermedades según etapa del cultivo con purines, cosecha, postcosecha, selección de semillas y consumo (recetas).
Fase 4: comercialización de excedentes
La fase final del proyecto comprende una producción a escala comercial en las fincas, como una fuente de ingresos alternativa, y sobre la base de la experiencia de las fases anteriores, que les permita tener excedentes de producción.
En los próximos días se realizará un conversatorio con productores y productoras sobre su experiencia con las variedades entregadas por CIAT. Se preparará purin orgánico para combatir hongos y se tomarán muestras de suelos en las fincas experimentales, así como se programará la fecha de preparación del terreno para la próxima siembra.
Liliana Paz es ecóloga y está terminando sus estudios de doctorado en ciencias ambientales en la Universidad del Cauca en Colombia. Es la directora ejecutiva de la Fundación Ecohabitats.
José Luis Urrea es oficial de comunicaciones de CCAFS América Latina.
Con insumos de Luis Alfonso Ortega, coordinador de áreas protegidas y cambio climático de la Fundación Ecohabitats, y líder del TeSAC Cauca.